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La noche estrellada, 1889 |
De todas las veces que me desaparecí sin justificación, creo que esta vez es la más importante: me estuve preparando para ingresar a una de las mejores universidades de mi país (y creo que la mejor en mi carrera, o sea, periodismo), es decir, la Pontificia Universidad Católica del Perú. Después de haber aprendido a razonar bien, leer mejor y redactar aún mejor, he podido volver a las andadas de escribir, lo cual realmente me agrada. No creo que haya mejor forma de volver que escribiendo sobre un artista que hoy cumple 125 años de fallecido, me refiero al espectacular Vincent Van Gogh, quien nació en 1835. Aunque tuvo una vida realmente corta (solo vivió 37 años), entre dibujos y pinturas realizó alrededor de 2500 obras; eso sí, desde joven tuvo la inclinación por el dibujo y la pintura. Su corriente era la próxima al impresionismo: el posimpresionismo, el cual era una versión un poco más exagerada de lo que hizo Claude Monet, por ejemplo, en la corriente anterior. Y con exagerada me refiero por ejemplo a la intensidad de los colores y a una abstracción distinta:
"La noche estrellada", en lo personal, demuestra claramente una vista natural (así es, la de una habitación en la que él estaba) pero con totales trazos artísticos; se afirma por ahí también que debido a las alucinaciones que él tenía, tal obra tiene ciertos elementos que un paisaje normal no tendría. De cualquier modo, esta obra es una maravilla y un hito para el arte. Si de algo puede jactarse nuestro amigo Vincent es de que sus autorretratos -que fueron 27 demostraciones de cómo un cara cambia y cómo la técnica de un pintor cambia- fueron obras de altísimo valor y, obviamente, lo siguen siendo.
La muerte (la locura y depresión) de Van Gogh
El tema de la locura, como saben los que ya me conocen, me fascina; sí, ya sé que aún no la estudio en totalidad y que posiblemente no la estudie como un curso universitario, porque no voy por esa rama, pero cada vez que me entero de algo nuevo con respecto a ella, me siento realmente bien. Vincent Van Gogh pasó sus últimos 2 años de vida con alucinaciones y diversos problemas que no le dejaban trabajar en plenitud. Para rematar esto su depresión, junto con su tipo de locura causada por problemas mayores de su cuerpo, había empeorado. A tal punto que un día se disparó con un revólver y, al parecer, posteriormente no se dio cuenta de la gravedad de lo que se había hecho. Murió, pues, el 29 de junio de 1890, en compañía de su hermano, al cual él quería mucho.
Bueno, eso ha sido todo por hoy, espero que les haya gustado esta entrada vuelta. Muy pronto volveré con algunos temas de diversa índole: sobre todo, claro está, de filosofía. Hasta luego.