martes, 14 de octubre de 2014

¡Feliz cumpleaños Nietzsche y Foucault!

Recuerdo que hace poco más par de años esperaba octubre para mis últimas vacaciones de invierno y sentir que el año escolar iba a acabar rápido, cosa que terminaba siendo cierta. Fui creciendo y con eso, uniéndome más a la filosofía, es por eso que ahora me gusta que llegue octubre para celebrar el cumpleaños de mi primer filósofo favorito (el maestro, Friedrich Nietzsche) y de mi actual filósofo favorito, además discípulo del primero (Michel Foucault). Fue realmente curioso enterarme de que dos filósofos de tanta importancia en la historia contemporánea (y general, ¿por qué no?) nacieron el mismo día -claro, sólo que uno nació en 1844 y el otro nació en 1926-. El nacer en décadas distintas hizo que se encarguen de tocar distintos temas que, curiosamente, tienen cierta relación, pues Foucault se basa en algunas afirmaciones y máximas nietzscheanas hasta el punto de alguna vez afirmar: "Soy un nietzscheano". Esta inspiración nietzscheana se puede encontrar, por ejemplo, en una de sus frases más conocidas que, por cierto, aparece en su gran libro llamado "Las palabras y las cosas", esta frase dice: "El hombre ha muerto", que hace total referencia a la muerte de Dios de la que Nietzsche se va a encargar largamente de explicar. En pocas palabras, las dos frases son más profundas de lo que dicen a simple vista: La muerte del hombre expresa que (Foucault estaba dentro del grupo estructuralista) el nombre no era el encargado de crear la realidad, sino la realidad lo formaba a él. La idea de la muerte de Dios, en cambio, nos dice que la sociedad ya no necesita o ya no vive en los valores cristianos y que éstos son inservibles (sí, según Nietzsche) para nuestra avanzada humanidad. Los valores que Nietzsche dice que son cristianos son los valores, verbigracia, de compasión, de paz, pero él dice que el hombre necesita tener un espíritu de valores guerreros, los cuales él admiraba a todo dar.



Ahora bien, Nietzsche fue un filósofo colosal que, por razones aún desconocidas (sí, creo que nada se sabe hasta ahora realmente), se volvió loco; pero antes de haberse sumergido en ese mundo, él había hecho un estudio de la sociedad (tremendo) dándonos ideas bastante fuertes pero que en muchos sentidos tenían razón y eso es, creo yo, lo que atrae a tanta gente a sus pensamientos, a su filosofía, eso fue lo que me atrajo a su obra y es porque fue uno de los pocos filósofos que cuestionó tanto a lo que muchos no se habían atrevido a cuestionar: al cristianismo y a Dios. En nuestros días, para resumir lo que estoy diciendo de Nietzsche, la gente -gracias a la ciencia o a más estudios, o simplemente porque sus ideas no se acomodan a los tiempos actuales- está dejando de creer en Dios y está comenzando a dudar de él, lo cual, como a mí me pasó, a muchos les ha pasado y posiblemente les pasará, nos está conduciendo a meternos un poco más en la filosofía, y si entramos en la filosofía que cuestiona a Dios con mucha fuerza crítica, ahí estará unser Freund, Friedrich


Foucault, en cambio, fue un filósofo colosal que, por razones aún desconocidas, no aceptó que el título de "filósofo", él decía que era un historiador de ideas, más que todo (aparte de sus obvias profesiones: psicólogo y sociólogo, además de profesor del Collège de France en una cátedra llamada "Historia de sistemas del pensamiento" que iba en reemplazo de la cátedra ocupada también por el gran Jean Hyppolite... así es, antaño profesor de Foucault que, vale decirlo, enseñó hasta el día de su muerte). Y en un pequeño libro que recientemente terminé de leer, que se llama: "El orden del discurso" de Michel Foucault (el cual he resumido en diversos puntos y ya les compartiré en alguna entrada mi trabajo) se habla de su gran admiración por Hyppolite diciendo, en más de un punto, que fue un filósofo de ésos que parece que su filosofía es eterna y que le hizo mucho bien al Collège de France, gracias a su excepcional manera de interpretar la filosofía hegeliana y convertirla en material de trabajo para la generación próxima de la filosofía francesa. ¡Ah, sí! Y si Nietzsche fue loco, pues Foucault no lo fue, pero eso sí, escribió un par de libros llamados: "Historia de la locura en la época clásica" (Tomos I y II) que, hasta lo que pude avanzar (los releeré, pero esta vez completamente), mostraban una genialidad de algunos pocos. Foucault, el mayor analista del poder que la historia del mundo ha tenido hasta ahora, descansa en paz hace más de treinta años pero sigue siendo citado y leído por una gran cantidad de personas.


Y para terminar con esta entrada, quiero decir que creo que la historia de la filosofía sin estos dos grandes pensadores no sería para nada igual. Es más, creo que si no hubiesen nacido, la filosofía se hubiese quedado a lo mucho, en Kant y los pensadores actuales estarían muy limitados. No sólo lo digo por Nietzsche o por Foucault. Porque sin ese Nietzsche, pienso, creo que tampoco habría un gran Heidegger... y si ese Heidegger no se hubiese dedicado a una interpretación muchas veces nietzscheana de la historia y del ser, la filosofía francesa (que ha sido la mayor escuela filosófica del siglo XX, en mi opinión) no tendría a muchos pensadores de la calidad como lo fueron Sartre, Hyppolite, Deleuze, Derrida y claro, Foucault (aparte de ellos, muchos más, estén seguros de eso, sólo que si menciono a todos, la entrada sería muy grande).


Eso ha sido todo por hoy, espero que nos podamos leer pronto. Espero que les esté gustando este nuevo formato y sigan disfrutando de la fiesta de uno de los pares filosóficos más grandes: Foucault y Nietzsche. ¡Nos vemos!

lunes, 13 de octubre de 2014

Tiempo de cambios

Este blog se elevará como todos estos hombres con sus
elegantes sombreros hongo.
Ahora tengo 17 años, una edad algo molesta, sobre todo porque ocurren cambios hormonales, corporales y emocionales que a veces no quiero tener, pero pienso que no puedo hacer nada en contra de eso y se me pasa. Anteayer me di cuenta de que es bastante molesto leer letras blancas sobre fondo negro, mientras revisaba mi última entrada, así que decidí hacer un intercambio de colores: letras negras y fondo blanco. Atrás decidí poner algunos graffitis: Nietzsche, Marx, Hegel y Foucault están juntos para definir el fondo más grande de mi blog. Pero no quiero ser como los periódicos de ahora o como los políticos que repintan los colegios: mejoran el diseño y no mejoran la calidad. Mi propuesta (que será por mí, y será por mis lectores también) es mejorar totalmente la calidad de este blog: comenzar a compartir los resúmenes que he hecho de algunos libros que he ido leyendo, algunas ideas filosóficas que me interesan, incluso mi opinión de diversos artículos filosóficos y periodísticos. Esto lo haré por dos razones que yo creo importantes: 1. Mi vocación es el periodismo y es necesario comenzar a criticar o a dar mis puntos de vista en espacios públicos; y mi pasión es la filosofía y quiero dedicar mi vida (o mucha de ella) a hablar sobre las ideas de los más grandes filósofos y obviamente también sobre mis propias ideas. 2. Creo (por no decir que tengo muchísima seguridad al respecto) que hacer esto me ayudará a mejorar, pues con la opinión de ustedes sobre las diversas entradas que publicaré próximamente puedo ir guiándome de un grupo totalmente pensante (la mayoría conoce este blog gracias a "Dios ha Muerto", y sé que una gran cantidad de personas que siguen la página tienen un nivel muy alto de raciocinio y una crítica muy buena. 

Es por eso y todo lo que vendrá, que he decidido cambiar el diseño del blog y el contenido, pero sin dejar -para que quede claro- de escribir como me gusta escribir y de criticar como me gusta criticar. Es por eso que este nuevo ciclo comienza con esta pequeña entrada que sirve, más que todo, de aviso para que no se sorprendan de un cambio brusco y, espero, muy positivo y fructífero. Muchas gracias por leer, nos leemos pronto, hasta luego. Juancho Opi. 

sábado, 4 de octubre de 2014

El amigo de la sabiduría

Es increíble, hace 2 años por estas semanas, el joven Juancho Opi se preguntaba de qué se trataría todo, comenzaba a dudar de la existencia de Dios, luego de la repentina muerte de su abuela y un cambio nulo en su vida (la de Juancho). "Dios ha muerto", fue lo que escuchó de su primo mayor cuando él le dijo que comenzaba a estar dubitativo con el tema de las deidades. A él le dio mucha curiosidad y comenzó a preguntarse de qué trataría esta frase, quién la dijo, por qué la dijo y en qué contexto. Así empezó a leer a Nietzsche y su libro: "El Anticristo". Se quedó gratamente sorprendido, por lo que siguió tratando de conseguir más filósofos y filósofos de los cuales podría averiguar algo más. Es increíble, hace 1 año por estas semanas se dio un coloquio interdisciplinario sobre Camus, cuando ya había escuchado muchas cosas positivas de él y había adquirido algunas obras de diversos filósofos que hablaban temas de diversa índole (sobre todo de Nietzsche, pues en esos momentos todavía Foucault no llegaba a mi vida). Es increíble, sólo fui a uno de los coloquios, el último y posiblemente, el que llegó a despertar mi interés por el tema del poder y por Foucault. Como fue común durante toda la semana en la que se daban los coloquios, había dos ponentes, cada uno con un tema distinto pero relacionado a una disciplina en específico: el jueves se había hablado sobre el tema de la rebelión y el lunes se había hablado sobre Camus y su época (el martes y el miércoles se dieron algunos temas variados: su relación con el fútbol, su afición por el periodismo o también sobre Sísifo, entre otras cosas). El viernes, como repito, fue el último día y ese día fui yo: realmente no tenía ni idea de quién iba a hablar ni sobre qué tema, hasta que me dieron un tríptico lleno de información: Expondrían Selenco Vega (gran escritor peruano, si mal no recuerdo, ganador en 2009 del premio "Novela breve" que viene anualmente de parte de la Cámara peruana del libro) y Joan Lara, un politólogo español de cierta fama dentro del ámbito de filosofía y, valga la redundancia, de la politología. El primero hablaría sobre su libro: "El extranjero" y sobre el cierto existencialismo que aparece en la obra (me pareció muy interesante su exposición, sobre todo cuando habló de la total indiferencia del protagonista frente a algunos hechos, todo esto compensado por la teoría de lo absurdo, muy importante en Camus). El segundo hablaría sobre dos figuras de real importancia en la filosofía: la primera era la obra teatral "Calígula" escrita por Camus y la segunda era el filósofo francés conocido como el marqués de Sade. Dentro de las interesantísimas cosas que llegó a decir Joan Lara, hubo un par que me interesaron mucho: La primera era cuando dijo que acá (en el Perú) las personas le tienen asco a los seres políticos y que quieren estar lo más alejado posible del ámbito político para no ensuciarse, y esto es totalmente dañino pues sin participación política de la gente, los políticos (congresistas, el presidente, etc.) tienen, según sus propias palabras, "las manos libres", curiosa pero interesante y quizá cierta apreciación. La segunda era sobre el contrapoder, y no sé cómo explicarlo pero llegó un momento en el que dijo que Calígula (el de Camus y capaz el real también) tenía un poder tan grande (sí, incluso da un ejemplo, el cual es éste: Resulta que un día Calígula oye que una persona cualquiera había dicho que su mujer era prostituta. No sé cómo se lo habrá tragado Calígula pero al día siguiente puso a su mujer de prostituta y le dijo a él: "Está bien, pagarás, lo harás, pero mandaré a que te maten de una vez"., nunca más dijo nada parecido; bueno, algo así fue la historia. Imagínense), pero tan grande que podía establecer hasta su propio sistema moral, cosa que me quedó tambaleando en la cabeza hasta la parte en la que nos dieron un papel para preguntar algo: tenía la pregunta en mente, tenía lapicero a la mano y no sé por qué, pero me dio vergüenza y nunca entregué el papel. Mi pregunta era: "¿Si Calígula podía establecer su propio sistema moral, sería comparable con el superhombre nietzscheano?". Y creo que ya estoy apto para responder esa pregunta o quizás en parte: Pienso que en parte Calígula ha sido un hombre que a causa del gran poder que obtuvo (gracias a la herencia) hubo una superación de él mismo, pero una superación no del todo positiva, sino algo defectuosa y no muy guerrera espiritualmente, así que por ese lado creo que no podría ser el superhombre. Sin embargo, la posible creación de un sistema moral crea un cambio radical dentro de la sociedad romana e interactúa de forma fantástica con el pueblo, lo cual demuestra una superación no sobre él mismo, sino sobre muchas personas gracias a su poder, o según Joan Lara, su contrapoder. Bien, ahora espero que ustedes me puedan dar su respuesta a esta pregunta para ver si coincidimos o discrepamos y a lo mejor aprendo algo más.

Eso ha sido todo por hoy, me he divertido haciendo esta entrada y bueno, el título va porque creo que esa pregunta que me formulé por fin es algo concreto relacionado a mi amistad con la sabiduría, mi filosofía. Se despide Juancho Opi. Nos vemos. 

jueves, 2 de octubre de 2014

Las cosas relacionadas

La vida, para un gran grupo de personas, es realmente amplia. Yo tengo la suerte de que mi vida, hasta este punto, ha sido realmente plena y me la he pasado muy bien, si voy sumando recuerdos y recuerdos. La vida es, como yo la interpreto, también un conjunto grande de casualidades que nos llevan a tomar diversas decisiones, las cuales nos van definiendo ampliamente. Por otra parte, debo decir que yo realmente he ido cambiando de forma constante hasta el punto de llegar a ser quien soy ahora: un ser de 17 años que goza de buena otrografía, que adora la filosofía y que siempre estoy dispuesto a aprender algo más de lo que sé, claro que a veces no parezco dispuesto, como cualquier persona. Hace un par de años me dio mi (según yo lo llamo) "primer enamoramiento", típico de la edad: lleno de ilusiones tontas y un poco de desesperación. Un día, mientras pasaba por tales sentimientos, vi una película que la chica de la cual sentía yo algo me había recomendado cuando nos hablábamos aún (así es, nos dejamos de hablar luego de contarle mis sentimientos). La película era un símbolo hipster de los más grandes: "500 days of Summer". La primera vez que la vi, tengo que admitirlo con un poco de vergüenza, lloré con algunos diálogos. La segunda vez, me identifiqué; a la quinta, me comencé a dar cuenta que había una canción de la cinta era muy atractiva: Era "Bookends" de Simon & Garfunkel, banda que se estaba convirtiendo (desde un poco tiempo antes) en mi favorita, por sus éxitos radiales: "Mrs. Robinson" y "The sound of silence". También por esa película me comenzó a gustar el trabajo (increíble, por cierto) de René Magritte. Pero lo más curioso es que a la par de eso, dentro de la filosofía, me estaba metiendo un poco en el desarrollo de Michel Foucault. Y así me fui desarrollando filosófica y sentimentalmente (empecé a superar a la chica), hasta que descubrí que había un filósofo que hablaba sobre un pintor en un libro entero. El filósofo era mi filósofo favorito y el pintor era mi filósofo favorito. Era Foucault que hablaba sobre Magritte en "Esto no es una pipa" (nombre basado en la homónima pintura de Magritte), explicando en la obra misma por qué no era una pipa. Me sorprendí gratamente, encontré el libro y lo leí en cuatro horas (sí, ya lo conté en una entrada previa con más detalles. Y próximamente descubrí que Paul Simon había hecho, aunque ya en solitario, una canción sobre una foto en la que salía con su esposa y creo que también con su perro. En fin, las relaciones comenzaron a asombrarme, pues si hay cosas que me encantan en el mundo, es que éstas se relacionen, no sé por qué, es como ser un investigador despistado y sin casos que resolver que sabe que con su vida se puede dar cuenta de muchas cosas. Y bueno, la idea de crear esta entrada nació gracias a que el otro día estaba averiguando sobre el "biopoder" que postula Foucault y encontré una tesis que había hecho un hombre para terminar su maestría de filosofía en una universidad colombiana, en ella decía que Foucault era el Magritte de la filosofía: me quedé con cara de sorprendimiento y comencé a leer.

Así que podría decirse que estoy definido por mi amor a la sabiduría y además por una película pseudo-indie del 2009 que vi por primera vez en 2012. Eso ha sido todo por hoy, amigos míos, nos leemos próximamente. Hasta luego, compañeros míos. Suerte en todo y cuidado con las peligrosas relaciones que pueden aparecer en sus vidas. Nos vemos.