viernes, 19 de diciembre de 2014

Salvador Dalí y su método paranoico-crítico

¿Para qué hacer un cuadro famoso si no vas a hacer una
desintegración del mismo posteriormente?
Sálvame, Dalí

De verdad que hoy no tenía pensado hacer ninguna entrada, pero luego me animé porque pensé que era importante escribir algo y no sé, este tema era algo de lo que siempre quise hablar. En la historia siempre ha habido genios: en el campo del arte, de las matemáticas, de la física, de la química, economía, ajedrez, filosofía, etcétera. Dalí creo que pertenecía a más de una de éstas, siempre innovaba y nos pintaba cuadros de una forma tan abstracta pero tan exquisita que sus cuadros podían deleitarnos un buen rato. Sus importantes cuadros como La persistencia de la memoria o Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar guardan un mensaje mucho más oculto de los que uno cree. Por esto se puede definir que este señor le ha hecho, en parte, honor a su nombre, ya que ha salvado a su época de caer en el pecado de la no investigación ni divagación. ¿Quién fue Dalí? Muchas gracias por preguntar. Fue un pintor español que hizo obras de gran importancia para el arte español, igualando (aunque siendo imposible de comparar) el nivel de Pablo Picasso o de -¿por qué no?- Joan Miró. Ahora vamos a adentrarnos un poco en su teoría de paranoia-crítica que fue un método de suma importancia presente en muchos de sus cuadros.

Método paranoico-crítico 

La idea de este método es bien loca, al igual que él, aunque él lo niegue en una de sus más conocidas frases ("La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco".). ¿De qué habla este método? Nos dice Dalí aquí que nuestro conocimiento irracional tiene la facultad de asociar elementos que a simple vista no tienen nada en común. Sin embargo, esta teoría es muchísimo más compleja de lo que podría yo explicar aquí (en esta entrada, no en este blog en general, cuando la haya estudiado mejor, haré una entrada sólo sobre este método). Eso sí, esta teoría o método ha sido alabado alguna vez por el creador -o mejor dicho, por el que le dio el nombre- del surrealismo, André Breton, diciendo que este método era un punto importante del mismo movimiento surrealista. Dalí hace un tremendo trabajo investigando diversas obras de diversos pintores para por fin sacar algo así como una conclusión donde se puede evidenciar que la mente sí puede relacionar cosas que no siempre están conectadas al ojo.

Eso ha sido todo por hoy, gracias por leer, volveré pronto, me encantó este tema, ojalá que a ustedes también. Hasta luego.

martes, 16 de diciembre de 2014

Vasili Kandinski: El genio de la abstracción

Me acuerdo de ese día que leí el libro que tanto anhelaba leer: Esto no es una pipa. Ensayo sobre René Magritte, recuerdo que en una parte del libro, el subtítulo era el siguiente: "Klee, Kandinski, Magritte", luego de haberlo leído, me di cuenta que alguna vez había escuchado del segundo y que, sin embargo, no sabía qué tal eran sus obras, por eso me puse a buscar por la Internet. Me impresionaron sus pinturas ya que, aunque abstractas, les encontraba un gran sentido artístico y simbólico. Han pasado tres días desde que se cumplieron 70 años de su muerte en una comuna cercana a París, y hoy se cumplen 148 años desde que nació aquella vez en la capital rusa. Hoy quisiera dirigir esta entrada a él y a toda su obra.

¿Quién fue Kandinski? 

Kandinski (también escrito Kandinsky) fue un pintor ruso que se desempeñó en el campo de la abstracción, llegando a convertirse en uno de los padres de la misma. Nacido en Rusia, hijo de un matrimonio que gozaba de estar en la clase media alta, tenía todo para convertirse en un gran artista y en una persona, sobre todo, bastante culta (lo cual, dicho sea de paso, logró). Gracias a su posición socio-económica y a la época en la que vivía, pudo conocer o ver obras de los más grandes artistas: Sea el gran R. Wagner o, en su misma Moscú, ver una representación de cuadros del gigante Claude Monet. Su vida, sin embargo, no se desarrolló sólo en Rusia (creo que es obvio, ya que previamente dije que había muerto en Francia), La madre de su madre, es decir -ya lo sé, genio-, su abuela, fue una alemana que desde que él era muy joven le hablaba en alemán, por lo que aprendió, su cuerpo le pedía movilidad y migración, por lo que se fue a la tierra de los grandes filósofos europeos (la que no es Grecia), donde se pudo quedar por un tiempo en la ciudad del equipo más exitoso de Alemania: Múnich. Desgraciadamente, cuando se presentó a la Academia de Arte de la ciudad, no fue aceptado a la primera, por lo que tuvo que ir sopesando otras opciones hasta que por fin puedo conseguir una, en la que estuvo hasta 1900, donde por fin entró a la que había pedido tiempo atrás. De su estancia en Alemania cabe decir que fue uno de los que fundó un movimiento que iba a revolucionar el naciente expresionismo alemán. Toda su vida estuvo dedicada al arte y nunca se arrepintió de eso, es más, él revolucionó muchas cosas respectivas que no otro cualquiera hubiera hecho.

Kandinski en la Bauhaus

Tener alguna relación al diseño y haber enseñando en la Bauhaus es como estar relacionado al pensamiento social y haber enseñado en Collège de France: Uno de los honores más grandes que el ser humano puede sentir. Pero, ¿qué enseñó Vasili en este lugar? Claramente diseño y además un curso avanzado de la teoría del arte, cosas en las que el desempeñaba perfectamente. Además hizo la creación de un taller en el que podía juntar la psicología de la forma y su teoría del color, algo que resultó maravilloso. Y resultó maravilloso no sólo para todas las personas que iban a aprender de él, sino también para él, que estaba aprendiendo miles de cosas que él realmente necesitaba aprender para convertirse en quien terminó siendo. Tuvo discrepancias con algunos movimientos de su época, lo cual hizo que el siguiera por su línea y continuara deleitando al mundo con su muy original abstracción.
Para terminar, cabe decir que él está considerado como uno de los Blaue Vier ("El cuarteto azul") junto con el expresionista también ruso von Jawlensky, el neoyorquino Lyonel Feininger y el suizo mencionado por Foucault, Paul Klee. 

Eso ha sido todo por hoy, no saben qué alegre me hace sentir publicar dos entradas seguidas y bueno, nos vemos para la próxima, no les prometo que sea mañana pero muchas gracias por leer sobre este gran artista. Hasta luego.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Hannah Arendt y la banalidad del mal

Un poco de Hannah Mont... perdón, Hannah Arendt.

Si iba a volver, tenía que volver hablando de alguien muy importante. Una persona de la cual no he hablado mucho, es más, creo que nada a profundidad y creo que se merece una gran oportunidad por ser una gran filósofa. Hablo de la señorita que está saliendo por estos días en la portada de Wikipedia: Hannah Arendt. Quizá la filósofa más importante que ha tenido el siglo XX. Nacida en Alemania en el año de 1906, fue contemporánea de Sartre, pero ella tuvo una realidad totalmente distinta. Fue una filósofa especializada en temas de política, de origen judío (lo que en ciertos momentos le trajo grandes problemas). Gracias a uno de los problemas que le causó ser judía, vio que era necesario tratar de conseguir la nacionalidad estadounidense. En sus primeros años de estudio tuvo la suerte de tener a un profesor tan majestuoso e inteligente como el mismísimo Martin Heidegger, el cual admiraba como admiraría cualquier persona de esos tiempos que tuviera relación a la filosofía, pienso yo. Ella lo conoció en la universidad de Marburgo y tuvieron una relación que no pudo durar mucho por diversos factores externos a ellos, cuando la presión universitaria subía demasiado. Se pasó, entonces, a otra universidad: a la de Friburgo (en la que, recordemos, Heidegger se volvería rector cuando Hitler está ad portas de entrar al poder). En la universidad Albert Ludwig de Friburgo pasa a recibir clases del gran padre de la fenomenología Edmund Husserl. Luego de su semestre en Friburgo decidió estudiar filosofía en la gran universidad de Heidelberg (sí, de Heidelberg, no de Heidegger), donde se convirtió en la amiga de su tutor Karl Jaspers. Luego de sus estudios, no al instante pero no muy tarde, llegaría el gobierno nazi. 

La banalidad del mal:

Un día como hoy pero de hace 53 años es acusado uno de los señores más importantes dentro de las famosas SS, Adolf Eichmann, de quien, la señorita Arendt, haría un libro muy importante, posiblemente el más importante que ella escribió, llamado: Eichmann en Jerusalén: Un informe sobre la banalidad del mal. Siendo la banalidad del mal un tema totalmente criticado por las personalidades importantes del mundo occidental mayormente. Y la idea es criticada por lo siguiente: afirma, en primera instancia (después va a salir a tratar de explicar de una forma mejor, sin perder la esencia de la primera teoría, lo que ella dijo), que aunque los hechos de Eichmann sean totalmente repudiables y nunca aceptados por la mayoría de las personas, él no tenía la capacidad de crueldad tan alta como para haber cometido tantas atrocidades (por eso el libro se llama "Eichmann en Jerusalén", ya que ahí fue juzgado por lo que hizo). El tenía, pues, un sistema inculcado en la cabeza por vivir bajo la burocracia y la mecánica nazi, que hacía que matara siendo este su trabajo por el que no tenía que sentir absolutamente nada, sólo hacerlo. Interesante visión que muchos vieron más como una justificación, pero pienso que si se analiza un poco más esta idea puede llegar a ser un poco más aceptable para un grupo de gente. Sinceramente, a simple vista, esta idea no me parece del todo cierta, ya que creo que dentro de cada ser hay siempre algún lado no malo, pero sí relativamente de odio hacia algo, entonces creo que cualquier persona que haga algo por simple mecánica tiene la oportunidad de darse cuenta de que quizá lo que ha hecho no lo ven muchas personas bien y puede dejar de hacerlo. Pero, esta idea que acabo de decir posiblemente tenga muchos puntos débiles ya que Arendt pudo tener toda la razón y además Eichmann pudo haber sido un adicto a su trabajo sin odiar (o tener tanta crueldad, por lo menos) hacia la raza judía. ¿Por qué escribe este libro? Buena pregunta, lo escribe porque ella fue una de las enviadas para ver el juicio en vivo en sus épocas de periodista en la revista The New Yorker.

Eso ha sido todo por hoy, espero les haya gustado mi entrada de regreso y aunque me haya ausentado, les juro que me encanta hacerles entradas. Un día de éstos vuelvo con un resumen propio del exquisito libro "El orden del discurso" del gran Michel Foucault. Hasta luego.