martes, 23 de julio de 2013

La literatura en la muerte, y la muerte en la literatura

Hoy entré tranquilamente a mi Facebook, y ¿cómo no estar tranquilo? Acaban de comenzar mis vacaciones hasta el 12 de agosto y sé que las disfrutaré mucho, sin embargo me topé con la publicación de un joven que ha estado en mi colegio anteriormente, publica una foto con otro joven, en el cual le desea una linda vida en cielo, entro al Facebook de este joven (público) y veo que desgraciadamente había muerto, y la gente le escribía y escribía cosas, me entristeció y ni siquiera lo conozco. Esta terrible noticia me hizo recordar a la muerte de hace dos días, de un jugador peruano de fútbol que desgraciadamente también fallecía, en la ciudad de Urcos (Cuzco), por la altura y por la falta de equipamiento médico, un total desastre por una desorganización. Dos muertes de personas jóvenes que segurísimamente tenían una gran vida por delante, qué desgracias de la vida, y es por eso que hoy quiero tocar el tema de la muerte en la literatura y la literatura en la muerte.
La muerte en un libro, de algún personaje muy relevante como no tan relevante, a veces afecta al lector y lo hace meditar, lo hace hacerse preguntas, preguntas como: ¿Qué pasaría si siguiera en vida? ¿Por qué murió de la nada? ¿Por qué a George R. R. Martin le gusta matar personajes a los cuales el lector le agarra cariño? No puedo dar información de muertes de todos los libros, eso será spoiler, y yo no soy así, sin embargo, les doy una advertencia: Si un libro les gusta demasiado, no se encariñen tanto con un personaje, posiblemente su muerte te afectará pronta y literariamente. Pero no sólo afecta la muerte en la literatura, sino la literatura en la muerte... ¿cuántas cosas se han escrito sobre la muerte? Posiblemente muchas, géneros negros que se centran simplemente en las ejecuciones de un crimen, o "Crimen y castigo", que también es una novela muy fuerte. Han muerto escritores y escritores, y a veces, eso es algo de carácter horrible, muere el escritor, muere la escritura, muere la vida del lector que es afanado a la escritura, literatura del ya mencionado escritor.
Muere un escritor, muere un personaje, muere el lector, eso para mí es una historia inconclusa, y quien se atreva a publicarla como póstuma, posiblemente ha hecho lo posible para hacerla parecida, muy parecida, pero ojo, y eso creo que lo sabemos todos, nunca será igual.

Bueno, he hablado de la muerte, y no me es grato, ni me siento feliz con esto, sólo doy mi opinión de cuando dos cosas tan profundas como la muerte y la literatura se fusionan, me retiro, hasta luego.

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