Dentro de mi blog también podemos encontrar cosas con relación a la filosofía, como en el caso de hoy, que tocaremos: psicología y fisiología (todo se relaciona con la filosofía). Porque un día como hoy, un 27 de febrero de hace 78 años, en 1936, murió el psicólogo conductista y fisiólogo ruso Iván Pávlov. Y al igual que ayer le hice una entrada al maestro Jaspers, a él también se la haré con mucha alegría. Iván nace el 14 de septiembre de 1849 en Riazán, una ciudad en la parte europea de Rusia (ciudad donde ahora se encuentra el Museo Pávlov). Su padre fue miembro del patriarcado de la Iglesia Ortodoxa, por lo que el hijo comenzó estudiando, cuando ya era mayor, Teología, pero se aburrió (al igual que Jaspers se aburrió de la escuela de leyes) para entrar, al igual que Jaspers, a la medicina, lo que a él realmente le apasionaba. Aprendió medicina en la Universidad de San Petersburgo, casa de estudios, en la cual, también estudió a la par química. Por el año 1883, cuando ya hubo acabado su doctorado, decidió ir a Alemania para ampliar sus estudios y conocimientos. Siete años después de su vida de estudiante en Alemania; sobre todo de temas específicos donde él se quería especializar: fisiología intestinal, además de saber de una forma totalmente amplia cómo era el verdadero funcionamiento del sistema circulatorio; Pávlov pudo conseguir un puesto como profesor en la Academia Médica Imperial y posteriormente tuvo un cargo de mayor importancia, el cargo de director, en el departamento destinado a los estudios fisiológicos del Instituto de Medicina Experimental, en la misma ciudad de su universidad, ahí en San Petersburgo. Los otros diez años del resto de siglo, Pávlov hizo trabajos bastante importantes relacionados a la fisiología y medicina, uno de ellos: el estudio de los jugos gástricos, por ejemplo; y gracias a esto se ganó el famoso Premio Nobel a Medicina y Fisiología a comienzos del nuevo siglo, el siglo XX. Seguramente por lo que más se le conoce al señor es por su trabajo de la ley del reflejo condicional, tema que se ha tratado por años y años en la psicología conductista. El tema parte de una idea muy simple, al parecer sencilla (no lo es, influyen muchas cosas), pero bastante importante: La asociación de cosas causan en uno un sentimiento y/o actitud a la cosa que ha sido asociada/relacionada (lo he dicho de la mejor forma que he podido), y si no entienden, entonces vean la famosa película "La naranja mecánica", donde se puede observar perfectamente lo que digo. Volviendo a Pávlov, sus últimos años los pasó en la ya creada URSS, y murió en Leningrado, en la fecha que dije al comienzo de la entrada: el 27 de Febrero de 1936.
Hermanos y hermanas, me retiro por hoy, espero que hayan disfrutado de la entrada y nos vemos mañana con otra entrada muy buena, ya lo verán. Hasta luego.
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