El pasado jueves 20 de febrero, fue un día muy importante para la pintura peruana, pues ese día hubiese sido el 100 cumpleaños de uno de los maestros de ese campo, el señor Sérvulo Gutiérrez, si hubiese seguido en vida. Sérvulo Gutiérrez fue un pintor peruano nacido en Ica en el año, ya se sabe, pero lo diré, 1914. Tuvo muchos hermanos y cuando digo muchos no me refiero a 6 o a 9 hermanos, don Sérvulo tenía ni más ni menos que 16 hermanos y la familia (contando a los dos padres) se dedicaba de lleno al tema de la artesanía y restauración artística, de ahí le nació el amor por la pintura. Durante su juventud, este maestro pintor necesitaba algo de dinero y fue pasando de empleo por empleo, llegó incluso a elaborar huacos (instrumentos que están dentro de la artesanía peruana) que tenían mucho parecido con la realidad, expertos llegaban a confundirlos con los de verdad, según se dice. También incursionó en el mundo del boxeo y fue tan maestro en ese ámbito que se ganó justamente el premio a nivel nacional de boxeo en el peso "gallo", era capo en varios ámbitos ya. Y digo esto porque fue próximamente a Argentina y quedó segundo en el campeonato latinoamericano de Boxeo de su categoría, increíble, sinceramente. Próximamente dejaría poco a poco el boxeo y comenzaría a atraerse un poco más por la pintura, yéndose a Buenos Aires para que pudiera perfeccionar sus conocimientos artísticos en su campo, es decir, en la pintura. En la capital argentina se casó por primera vez y tuvo una hija, a la cual llamó Lucy. Cuando tenía entre 23 y 24 años se mudó a París para aprender por fin, con total libertad y tranquilidad (además de un genial nivel educativo), algo más sobre el arte y la pintura, desgraciadamente sólo pudo estar dos años ahí, porque en 1940, cuando la Segunda Guerra Mundial comenzaba a sonar fuerte por Europa Central, lo único que le era benigno era volver a Buenos Aires. En su regreso a Argentina, conoció a Claudine Fitte, chica con la que volvería a Perú el mismo año, ahí seguiría totalmente su vida artística. Sus cuadros son, en mayoría, pertenecientes a la corriente del expresionismo, según se dice, su trabajo era de una calidad espectacular (desde luego que sí, afirmado) y tenía gran originalidad dada su espontaneidad y su gran cantidad de colores aplicados. Entre sus obras destacan, por ejemplo: El Cristo de Luren, Los Andes y Santa Rosa, aparte de algunos de sus autorretratos. Pero eso no es todo, este señor dedicado siempre al arte (y alguna vez al boxeo) también incursionó en la poesía, haciendo poemas muy profundos y haciendo casi siempre alusión a su tierra madre, a la tierra que lo vio nacer: Ica. El señor Sérvulo Gutiérrez murió de una afección hepática, según mis fuentes, en el año 1961, para ser más claros, el 21 de Julio.
Bueno, eso fue todo por hoy, espero les haya gustado mi entrada, acuérdense que el campo de la pintura es uno de os más bonitos que el arte tiene, porque, entre muchas cosas, es uno de los que más expresa. Hasta luego.
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