Mucho se puede hablar se todas las facetas que tuvo el francés-argelino Albert Camus, fue un reconocido novelista, dramaturgo, ensayista, periodista, escritor en general. Pero hoy voy a tocar el lado de la filosofía de Albert Camus. Nacido el 7 de noviembre de 1913, en Mondovi, una colonia francesa en el país argelino. Sus padres eran argelinos, su madre casi completamente sorda de origen español, mientras que su padre era un hombre que servía a un comerciante de vino. Herido en la Segunda Guerra Mundial, pero me adelanté. Se graduó en la universidad, más exactamente en la facultad de letras, rama de filosofía. Le gustaron las ideas nietzscheanas. También se unió en algún momento al movimiento anarquista y posteriormente a la Revolución húngara, también como anarquista. Ahí por el año 1952, en la revista de Jean-Paul Sartre llamada "Les Temps Modernes", donde decía que la rebeldía de la literatura y filosofía de el señor Camus era, según sus escritos, "deliberadamente estético". Camus siempre fue definido (y hasta por él mismo) como un hombre lleno de rebeldía. Incluso, en un libro que él creó, llamado "El hombre rebelde", mostraba sus puntos de vista filosóficos de la vida. Entre sus obras más importantes podemos encontrar "La peste" o "El extranjero, en cuanto al teatro creó obras como: "Los justos" o "Calígula". Camus fue un filósofo existencialista que en el año 1957 ganó el Premio Nobel de Literatura, siendo con Jean-Paul Sartre (quien rechazó el premio), un par francés existencialista laureado de tal premio.
Gustó de Kierkegaard, Kafka y Dostoyevski, incursionando en literatura de muchos países y de distintos tiempos.
Murió de un accidente automovilístico el 4 de enero de el año 1960, con lo que dejó un legado de bastantes obras en distintos ámbitos. Sigue estando presente en algunos y algunas.
Bueno, cuídense, escribimos y leemos mañana, Apolo guarde de ustedes, aliméntense bien que mis seguidores tienen que ser constantes.
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