Inicio de semana, ya estamos llegando al 30 de Junio, a la mitad de año ¡Qué rápido se ha pasado todo! Aún recuerdo como si fuera ayer, la renuncia del papa, uno de los mayores empujes que tuve para la creación de este blog, aparte de las noticias filosóficas que quería hacer saber. Pero bueno, hoy hablaré (y porque cumpliría años) sobre un escritor canadiense, muerto hace 8 años, hoy cumpliría 98. Ganador de un Premio Nobel en su especialidad y de otros premios. Hablo de Saul Bellow, nacido en Canadá, en el seno de una familia judía y rusa, cuando tenía 9 años, ahí por 1924/1925 viajó hacia Chicago, donde pasó gran parte de su vida. Fue profesor de la Universidad de Chicago, también participó como soldado en la Segunda Guerra Mundial, y luego se pudo dedicar de lleno en lo que quería, la literatura, las novelas. Con lo que en el año 1944, publicó su primer libro: "Hombre en suspenso", donde podemos ver que le influyó mucho la guerra. Luego de ganarse una beca hacia Europa, comenzó y casi terminó su obra llamada "Las aventuras de Augie March", que nos hablaba de un grupo de judíos que vivían en Chicago. Como podemos ver, su vida influyó mucho en su obra. En el año 1976 fue laureado con el mayor premio para los literatos, aparte de ganarse un premio Pulitzer, por su obra "El legado del Humboldt". Ganó también tres premios nacionales del libro (en EE.UU, los "National Book Award" claro está). Roth dice que las columna vertebral impulsora para que EE.UU. tuviera una literatura muy digna, variada, buena, fueron él y William Faulkner. La literatura bellowiana ha influido bastante en la literatura judía en general. Como el ya mencionado Philip Roth o Neil Simon. Bellow murió en el año 2005, un 5 de abril en la ciudad de Brookline, Massachusetts.
El lobo estepario
Hesse nos da una historia con fantasía, pero al mismo tiempo nos habla un poco de su vida. Es una novela que nos habla de los diversos problemas psicológicos que está pasando el personaje de Hesse, que lo llevaban a pensamientos increíbles como al terrible suicidio. La historia fue muy bien aceptada en muchísimos países, sólo que Hesse había dicho que curiosamente la gente no interpretaba muy bien lo que el quería decir. Sea de la forma que sea, lo que pasó, pasó.
Bueno, me despido, Zaratustra los tenga bajo sus brazos de sabiduría y nos vemos mañana (es un decir). Hasta luego.
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