jueves, 27 de junio de 2013

Imperativo categórico


Feriado en mi país, un día más de descanso, ésa quizás podría ser una de las razones por las que publico la entrada a una hora tan temprana. Hoy quiero hablarles otra vez sobre el difícil Kant, del que muchas veces les he hablado, esta vez entraré en el tema del famoso "Imperativo categórico", concepto filosófico de suma importancia en la filosofía kantiana. Bien, el "imperativo categórico" kantiano hubo aparecido por primera vez en su obra llamada "Fundamentación de la metafísica en las costumbres", libro publicado en el año 1785, hace ya más de dos siglos. ¿Qué nos dice este término? Que la moral del hombre, el código moral que uno tiene, nace de la razón, de su razón, y no de algún ser divino. Este concepto kantiano explicado por él mismo nos dice que un imperativo es una (in)acción, que parte de una proposición, y ésta es necesaria, completamente necesaria y además nos dice que se debe hacer. Ahora bien, nos habla además de los imperativos hipotéticos dentro, o en la moral y nos dice que se necesita una razón para hacer algo, para hacer que tal cosa sea un imperativo, verbigracia: "Si quiero vivir en paz, debo no causar disturbios". Es decir, que dentro de ese sujeto kantiano, hay algo (sea impuesto por la sociedad o por él mismo) que no le permite o que le permite hacer algo, mediante su moral producida por la razón (la razón solamente por él mismo). Continuando, el imperativo categórico kantiano tiene 3 formulaciones: la primera nos dice que mi máxima, deseándola yo así, se convierta en una ley universal. La segunda nos dice que la use, por medio de la humanidad, como fin y no como un medio. Y la última nos dice que por medio de mis máximas, yo ya siempre fuera un miembro inscabale dentro del reino legislativo del universo, por decirlo de alguna forma. Bien, Kant también nos habla de (y creo que lo he dicho previamente en parte) un imperativo categórico heterónomo y otro autónomo, uno irreflexivo y el otro reflexivo respectivamente, el heterónomo influido completamente con la sociedad, no generas un esquema moral propio, no te haces preguntas de porqué sigues tales reglas. Mientras que el autónomo es mediante la razón de uno mismo, te haces preguntas, generas tu propia moral, entre otras cosas.

Bueno, con esto se acaba la temprana entrada de hoy, espero la disfruten y si no, pues bueno, díganme y mejoraré. Hasta luego.

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