Entro a ver las noticias de hoy y me fijo que, en un portal confiable de noticias nacionales, han sacado las estadísticas de los delitos a mano armada en mi ciudad (mínimo, los que se han escuchado, porque hay más de los mencionados) en la semana de hoy, resulta que ha habido siete... Lima se ha librado del terrorismo (momentáneamente, creo), pero ahora la delincuencia entra con fuerza y ya se arman los delincuentes. Es increíble que estos números aparezcan cuando en el mundo hay lugares, naciones que posiblemente sufran delitos mínimos y, amigo, todos sabemos que esto viene de la base. No te miento, te soy bastante sincero en esto, ésta es una realidad que nos viene acechando de hace muchos tiempo y que queremos deshacer todos los peruanos pero no sabemos cómo porque no tenemos los medios para hacerlo y en muchos caso, la mentalidad tampoco, una desgracias. Los poderosos que cada lapso de tiempo suben a ese puesto tan privilegiado han prometido y prometido acabar con la inseguridad ciudadana y han terminado siendo ellos a los que les tenemos más miedo, pero ya es hora de despertarse, pienso yo, porque ya estoy indignado, tengo derecho a indignarme y en estas líneas lo expreso porque esto tiene solución, no es tan lejana, sin embargo parece remotísima: si el cambio no está en los que suben al poder, el cambio está en nosotros, el pueblo, porque podemos nosotros hacer del país un lugar mejor, si cada uno piensa que está dando la iniciativa (y todos lo hacemos simultáneamente), como dirían: "¡LA HACEMOS LINDA!" . Bien, ésta es una entrada breve (diferentes motivos), pero quiero hacer un llamado para el pueblo: nosotros podemos evitar esto con la educación casera, soy idealista, siempre lo repito, pero sé que se puede hacer un cambio, así que todos con confianza, sí la hacemos, hermanos.
Bueno amigos, me despido, disculpen la corta entrada, ya nos vemos mañana y les agradezco que la hayan visitado. Hasta luego.
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