lunes, 9 de diciembre de 2013

Ser rebelde

Un nueve de diciembre de 1824 se desata una batalla letal que daría como consecuencias las libertad de algunas naciones, y sería un signo de rebeldía y ganas de libertad, esta gran batalla se llamó: "Batalla de Ayacucho". En el colegio a uno se la enseñan una y otra vez sobre las batallas en las que ganamos, para sentir orgullo del país, lo cual es lógico. No quiero hablar mucho sobre la batalla, sino más bien, sobre la filosofía rebelde que tuvo que haber para que esto comenzara a funcionar: Latinoamérica ya quería liberarse de las fuerzas españolas de la forma que fuera posible, para eso tenían que idear algún método de liberación, y se dieron cuenta que unidos entonces, podían vencer a las fuerzas reales, aquí ya se aplican dos términos filosóficos a la vista: voluntad y rebeldía; y los que estaban más ocultos eran: deber (ya estaba proclamada la independencia) y el de poder (por fin se podía concretar lo planeado). La rebeldía estaba establecida en la mayoría de la población latinoamericana posiblemente momentos después de la colonización española y que recién pudo ser expuesta (hablo de la rebeldía) de forma armada y muy pero muy, podría decirse, molesta después de casi 300 años. La voluntad, creo yo, siempre estuvo ahí, pero lo que faltaba era unión porque con la fuerza española, que parecía infinita sólo porque estaba dispersada en grupos que manejaban poco poder, cuando recién se pudo dar la unión se dieron cuenta que la Independencia no estaría tan lejos. Por lo tanto, se unieron algunas naciones latinoamericanas que pudieron sacar a los españoles que en esa época habían traído destrozos y robos a Latinoamérica (ojo, no estoy atacando a la población española, ése no es mi fin). La Batalla de Ayacucho fue culminante y, como cualquier cosa, trajo consecuencias, las cuales eran: Independencia latinoamericana, liberación en mentalidad, libertad como nuevo motor de voluntad y reconstrucción de naciones. El modelo de liberación ha sido tomado como un ejemplo de aplicación conjunta de rebeldía y voluntad con un fin fijo, el cual, en este caso, sería la Independencia de naciones. Ahora bien, ¿por qué hablar de esto? Pues porque hoy es el día nueve de diciembre y vivo en Perú, me encanta la filosofía y más, aplicarla a la historia, porque la filosofía está en todas partes, el mayor trabajo es saber exactamente dónde. 

Bueno, me despido, es todo por hoy, espero les haya gustado la entrada, nos leemos y escribimos mañana, disfruten su semana. Hasta luego. 

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