¡Happy birthday, Oscar Wilde!

¡Esta semana es grande! "¿Por qué?"... se oye por ahí. Nietzsche nació un 15 de Octubre, Foucault el mismo día pero 82 años después, el 17 de este mes nace, por ejemplo, un papa que quiso cambiar algunas cosas en la Iglesia católica, y terminó muerto pocos días después. Pero, ¿qué pasó el 16? ¿16 de Octubre? ¿Importancia? Mejor dicho: ¿qué no pasó ese día? Está claro, ese día nació uno de los escritores británicos (irlandés póstumamente, y siempre irlandés para mí), dramaturgo, poeta, novelista, un hombre completo, un hombre que quiso cambiar la visión estética de sus tiempos tan oprimidos y cerrados, donde expone muy bien cosas que antes nadie se hubiese atrevido a exponer, algo así como Nietzsche (y es curioso, digo, uno nace en 1844 y el otro, en 1854 (10 años de diferencia, y 10 es un número redondo), uno nace el 15 de Octubre y el otro, el 16, y los dos mueren en 1900), para mí, el Nietzsche de la literatura (algo quizás avezado, pero, ¡qué demonios! Viva la libertad de expresión). Oscar Wilde que nació en Dublín, fue un hombre de gran inteligencia desde niño, tanto que ya demostraba en su juventud facilidad para los idiomas de Foucault y Nietzsche, es decir, el francés y el alemán respectivamente (casualidad muy graciosa). Cuando tuvo 17 años y tres días (exactamente, el 19 de octubre de 1871), ingresa en la Universidad de Dublín para estudiar Clásicos de la literatura, estaría hasta los 20. El 17 de octubre (así es, me parece impresionante que las fechas en las que ingresaba o se ganaba becas fueran tan cercanas a su cumpleaños), se ganó una beca para estudiar en Oxford, ¡tenía que ampliar y ampliar sus horizontes! Luego de haber ampliado sus horizontes, y luego de haber publicado su colección de poemas, publicó dos obras que le harían más que conocido: La importancia de llamarse Ernesto y (quizás su libro más conocido y difundido) El retrato de Dorian Gray. Oscar fue (según se dice) un hombre homosexual, se dice también que tenía una relación con el poeta Alfred Douglas. Al igual que César Vallejo (así es, otra tremenda coincidencia), murió a los 46 años, indigente y en París.

Bueno amigos, eso ha sido todo por hoy, espero que les haya gustado mi entrada sobre el dueño del cumpleaños, no la he adornado tanto como con Nietzsche, pero he hecho un esfuerzo y me siento bien (sobre todo por darme cuenta de tantas coincidencias).