Si hablamos de criticismo, la primera coincidencia que nos puede sonar en la cabeza, es el filósofo Immanuel Kant, creador de la misma. El criticismo, si bien no es completamente un tema filosófico, si es una doctrina que puede seguirse y que un término más acertado que se le podría atribuir, sería "epistemológica"; juntando todo, podemos deducir que el criticismo, es una doctrina de epistemología. El criticismo (o filosofía trascendental) quiere establecer los alcances y límites de nuestra mente, nuestra mente humana, demasiado humana. Kant nos decía que teníamos que llegar a un momento en el que nos independicemos y además salgamos de supersticiones, además de que desarrollemos la habilidad (no sé si sea el término más correcto) de poder razonar todas las cosas por nosotros mismos; o sea, resumiendo, tener un pensamiento, una crítica totalmente producida por nosotros, tener un punto de vista propio. El criticismo también nos habla sobre el racionalismo y el empirismo, y Kant escogió a dos representantes, por el lado de la razón, a Descártes, que había creado el dogmatismo racionalista, que nos decía que se podían obtener resultados completamente verdaderos, sólo por la razón que siempre tuvimos. Mientras que por otro lado, nos pone en el lado de los sentidos y la experiencia, al escocés, al británico, David Hume, que nos daba su idea de empirismo radical (o también escepticismo) que nos decía que todo (todo, todo) lo que percibíamos era a partir de la razón. Cuando pudo haber estudiado las dos, hubo terminado su idea de criticismo, la idea que nos dio a conocer acerca del criticismo.
En fin, espero hayan disfrutado, acuérdense que si quieren temas filosóficos que comente los jueves, o de algún filósofo del que comente y haga la entrada los miércoles; avísenme comentando debajo de la publicación que me hace la página "Dios ha Muerto". Los quiero, cuídense, Zaratustra los acompaña, hasta luego.
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