Hoy día hablaré sobre una de las ideas más descabelladas en la historia de la filosofía, que han tocado diversos filósofos contemporáneos, por ejemplo, el alemán Friedrich Nietzsche, autores como el alemán Herman Hesse y el checo Milan Kundera. La idea del eterno retorno, surge (curiosamente, del tema que hablé la semana pasada) de algunos aspectos de la causalidad, sólo que es, en un sentido amplio, una causalidad monótona y repetitiva, como bien nos dice la causalçidad: todo sucede por algo. O sea, reemplazando términos, todo tiene un inicio para tener un final, y en la idea del "eterno retorno", eso vuelve a suceder por la eternidad, es decir que el inicio tiene un final que será un inicio que tendrá otro final y así sucesivamente, por los siglos de los siglos. Ahora, el eterno retorno puede ser interpretado erróneamente como, en pocas y precisas palabras, una segunda oportunidad. El eterno retorno, según nos dice, por ejemplo el filósofo ya mencionado, Nietzsche, en obras como "La gaya ciencia" o que podemos inferir en obras como "Así habló Zaratustra", que el eterno retorno significa que las cosas vuelven a suceder una y otra vez, de la misma forma, con posibilidades negadas de alteración de hechos, o un mínimo cambio, y esto, como dice su nombre, eternamente. Nietzsche después de años de su muerte no pudo decirnos qué era lo que opinaba o exactamente qué pensaba de esto, con lo que dejó bastantes polémicas, una de las más importantes era acerca de Zaratustra. Como bien sabemos, Zaratustra, tal como Nietzsche nos lo mostró, es un profeta sabio, que predica la llegada del Übermensch, lo que en español vendría a significar (no literalmente): "Superhombre". El Übermensch, según algunos dicen, tiene el deseo de el eterno retorno, pero esta idea no convence mucho, debido a la carga simbólica. La segunda idea nos dice que Nietzsche en verdad creía en esta concepción crono-filosófica. Empero, la más acogida, y creo yo, más acertada, es que Nietzsche nos dice que la vida debe ser perfecta sin tener un ligero cambio, y que el Übermensch quiere vivirla eternamente, así se libraría de la gran carga simbólica. En fin, el eterno retorno, es una de las, en mi parecer, más importantes concepciones filosóficas, dado a que nos da un punto de vista anacrónico a las ideas que teníamos presentadas en esa era.
Cuídense colegas, el Übermensch está con ustedes, y mis entradas también. Por cierto, ya llegué a la entrada número 50, und ich bin sehr froh. Gracias a todos, acuérdense de comentar y seguirme si es que quieren. Nos vemos mañana.
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