lunes, 4 de noviembre de 2013

Deleuze, a dieciocho años de su muerte

Deleuze fue un filósofo excepcional, un filósofo contemporáneo que tuvo ideas muy interesantes y que dio mucho que hablar, contemporáneo con Foucault, fue también un seguidor de Nietzsche que lo leyó, por decirlo así, riéndose, ¿no me cree? Pues le recomiendo que lea esta frase (aunque no afirma lo que digo, nos acerca a lo que pudo haber sido, o sucedido en verdad): "Aquéllos que leen a Nietzsche sin reírse y sin reírse mucho, sin reírse a menudo, y a veces a carcajadas, es como si no lo leyeran". Deleuze fue un filósofo posmodernista que trató temas, justamente, de la posmodernidad, pero de una forma muy adornada, muy entendible y bonita. Lo curioso de Deleuze es que, luego de una época de diversos estudios, cuando llega la década del 60 comienza a escribir muchas, muchísimas cosas acerca del arte: ya sea la filosofía, pintura, cine, etcétera. Algo común de los pensadores franceses de esa época era que, aparte de interesarse por el tema de la filosofía, también se interesaban bastante del ámbito político, él no se quedó atrás: estudió a Leibniz, Hume, entre otros. Deleuze era un maestro de la monografía, hacía monografías de todo pensador que se acordaba: su capacidad mental era genial, era grande, era perfecta para el siglo; tanto así que su ya amigo Foucault (por la década de los años 80 seguramente) dijo: "Un día, el siglo será deleuziano", no se equivocó, porque lo fue para algunos, pero sí se equivocó porque no lo fue para algunos. Deleuze también haría algo por Foucault: Dos años después de la misteriosa muerte de Foucault producida por una nueva enfermedad que recién tenía, dícese, tres años: el sida; Deleuze hace un escrito sobre él al que llama, sin más ni más: Foucault; donde, dentro de la biblioteca que él hizo, que Deleuze escribió, está al costado de Nietzsche, de Kafka, de Spinoza y de Kant. ¿Cuál es el fin de esta entrada? Hoy quería conmemorar los 18 años desde la muerte de Deleuze, haciéndole una entrada porque se la merece (más que eso, claro está), y porque, aunque no se crea, yo desde hace tiempo quería hablar de él y recién me enteré ayer que por fin tenía una excusa para expresar todo lo que tenía "guardado" sobre él. La muerte de Deleuze fue una muerte un poco fuerte, saltó de su ventana para suicidarse; para salir de su tormento, el tormento que le era vivir con la constante angustia de no poder respirar bien, sufría de insuficiencia respiratoria. Muere entonces a los 70 años el gran filósofo de nacionalidad francesa Gilles Deleuze.

Bueno, así se acaba mi entrada de hoy, espero te haya agradado y ya nos vemos mañana, disfruten de este lunes, que tu cara de hoy puede definir tu cara de la semana. Nos leemos y escribimos, ¡hasta luego!

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