viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Qué hay detrás de la gran desaprobación de un presidente?

Salí del colegio, eran las 3:00 de la tarde, almorcé y como a las 4:30 ya estaba en mi casa, ¡viernes por fin! Luego de ver las efemérides y ver Google, con su homenaje a Hermann Rorschach (homenaje en el cual me he divertido, ¿para qué mentir?). Luego de eso, entré por fin al último lugar previo a ingresar al Facebook, ingresé a leer algunas páginas de periódicos y resulta que, leyendo una noticia, gracias a el diario El Comercio me entero que el CPI (encuestadora peruana) ha dado los resultados de desaprobación hacia los dirigentes, por decirlo así de la nación: El presidente Ollanta Humala, según los resultados, es desaprobado por el 71,4%, ¿increíble, no? Aun así, cuando ganó en las elecciones de forma justa, el pueblo (que lo eligió) cada año (y recién llegará a la mitad de su mandato) se da cuenta que el presidente no se mereció, posiblemente, los votos; pero, si así va el presidente, ¿cómo van nuestro queridísimo Congreso? Pues, el Congreso es ni más ni menos que desaprobado por la gigante cantidad de 86,7% de la población, así es, estamos mal, y esto se causa, lo sabemos bien, para "salvarnos de la multa" porque hay muchos que no quieren votar y eligen a veces congresistas al azar, o porque se ven bien, luego se hace masivo y ¡ta-tan! Luego de eso comienzan las frases: "¡Qué congreso del demonio!" "¿Por qué vivimos en un país así? "¡A éstos no los elegimos nosotros!", etc. Cuando, aunque no queramos aceptarlo, nosotros decidimos quiénes salen. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Será que como la gente honesta tiene miedo a salir perjudicada metiéndose en la política, no hay mucho para elegir? ¿Será que la gente se fija en las propuestas de los presidentes, sabiendo que la mayoría no ha cumplido mucho? Estoy segurísimo que mi país no es el único que pasa por esto y lo sé porque hay países primer-mundistas que ya cambiaron esto y están en un auge que no parece efímero, en cambio, el mío está en una caída que parece eterna, ¡vaya problema! Obviamente esto se puede cambiar, esto es un llamado a la gente que para el 2016 (donde por fin yo también podré votar), vote con más seriedad, ¡es una nación, demonios! Lo que hace el congreso, la presidencia y todos los poderes es comiquísimo y no debería serlo, la seriedad debe predominar de vez en cuando. Dime por quién votas y, en unos meses, te diré en dónde vives. 

Bueno, eso ha sido todo, espero que se puedan mejorar estas cosas, y hay ya que hacer algo, en nosotros está el cambio, yo sé que podemos. Hasta luego.

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